20 de julio de 2020

Viviendas urbanas, rurales y urbano-rural (s.XIX y primera mitad del siglo XX)

  Viviendas urbanas de Fuenlabrada (s.XIX y primera mitad del siglo XX):
Los escasos y dispersos ejemplos pueden ser suficientes para establecer esta categoría dado que las vías céntricas del casco antiguo, singularmente las calles de la Plaza, de la Iglesia, el entorno del antiguo Ayuntamiento o las plazas de España y de Francisco Escolar, compendian rasgos suficientes.

En términos generales puede diferenciarse dos tipos en cuyas características comunes se resumen en medianería, agrupaciones de manzanas cerradas y compactas o en posición de esquina o chaflán situadas en encrucijadas o plazuelas, de dos alturas cubiertas de teja cerámica curva, composición simétrica, con huecos estilizados sobre fachada lisa en planta baja y con balcones salientes o ventanas-balcón en planta superior.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Plaza, 33

Las características diferenciadas establecen, como se ha apuntado, dos referentes estilísticos o estéticos específicos:

El primer grupo estaría representado por el conjunto de edificaciones del entorno urbano de la Plaza de España, de raíces neomudéjares y dominante fachada en ladrillo con diversidad de tratamientos tectónicos y ornamentales. Tienen influencia las casas de la calle de la Iglesia 1 y Plaza de España, 16 (anexas al antiguo Ayuntamiento) con un porticado en planta baja que constituye una secuencia lineal con el pórtico inferior del antiguo Ayuntamiento, conformando éste uno de los testimonios de mayor nivel urbano y arquitectónico de la ciudad. Las columnas de la Plaza de España, 16, son de severa traza clasicista sobre austeras basas prismáticas de gran porte, dejando al fondo muros revocados en planta baja y de ladrillo en planta primera, con muestras de llagueado horizontal en ambos ejemplos, formando paños horizontales mediante un tratamiento de falso impostado rehundido que recerca los huecos superiores, balcones en Plaza de España, 16, y balconada corrida en Iglesia, 1. Hay que referirse además al rico alero del 16, compuesto por elaboradísimo escalonado de hiladas de ladrillo con mínimos dentículos.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Plaza de España, 16

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Iglesia, 1

La casa de la plaza de Francisco Escolar, 2, destaca los recercados planos y revocados de los huecos adintelados y en balconada y el cuerpo superior abuhardillado bajo cubierta.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Plaza de Francisco Escolar, 2

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Plaza de Francisco Escolar, 2 (detalle de la buhardilla)

La casa de la calle de la Plaza, 26, marcaría un hito en la experiencia neomudéjar local, con su alero en hiladas escalonadas y el rico tratamiento de dinteles, los huecos enrejados en planta baja y los balcones en planta primera sobre ménsulas que reproducen la tectónica escalonada del alero. La casa en la plaza de Francisco Escolar, 2, es un singular ejemplo derivado del tipo más austero y desornamentado con una segunda planta bajo alero de madera y pequeños huecos que marcarían un tránsito entre la vivienda urbana y la rural.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Plaza, 26

Cabría hablar de un subgrupo que exhibe una planta baja revocada y la superior en ladrillo, como la casa de la calle de la Plaza, 31, aunque es menos relevante por los síntomas frecuentes que ofrece de intervenciones sobre las plantas bajas con destinos fundamentalmente comerciales. Igualmente excepcional es la casa de la calle de la Arena, 15, con dudosas intervenciones como el portón de la planta baja y un curioso e inusual volumen cúbico volado en planta primera.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Plaza, 31

El segundo grupo lo forma un conjunto de casas con fachadas revocadas, de características muy similares al anterior en cuanto al trazado. Muy notable y singular es la casa de la calle de la Beata con vuelta a la calle de la Iglesia, de muy desarrollados y expresivos resaltes con recercados de huecos y de paños, adintelados e impostados central y bajo alero de madera.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Beata, 1 e Iglesia, 6

Similar tratamiento, pero más contenido y clasicista, ofrecía la casa de la calle de la Plaza, 43, con intervenciones cromáticas que pudieran ser indicios de antiguas identidades con el tipo neomudéjar. Era muy frecuente en este grupo la imagen de casas con fachadas lisas, huecos balconados y aleros de madera, entre las que una de las más significativas correspondía a la calle de la Plaza, 9 y 11, actualmente desaparecidas.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Plaza 9 y 11 (desaparecidas)

Debe destacarse en este segundo grupo, con predominancia como en el anterior de edificaciones del siglo XIX y principios del XX, la presencia de ciertos modelos de transición derivados del tipo pero impregnados de alteraciones, visibles sobre todo en plantas bajas para locales comerciales. Son casas de discreta factura de los años cuarenta y cincuenta, como los casos de la calle de la Plaza, 14, 23 y 25, caracterizados por huecos cuadrados o de escasa esbeltez y composiciones horizontales alternativas respecto del tipo histórico.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Plaza, 14

Puede hablarse finalmente de soluciones ambiguas fluctuantes entre ambos tipos, el neomudéjar y el revocado. Por otro lado, las alteraciones en fachada y las transformaciones de los espacios interiores no permiten aventurar la validez de algunos de los testimonios observables, pero sí es destacable la permanencia de una escala urbana discreta en las referidas arterias del casco antiguo, modificada empero por las alteraciones puntuales de la edificabilidad asumida por el viejo tejido urbano.

  Viviendas rurales y urbano-rural de Fuenlabrada (s.XIX y primera mitad del siglo XX):
Los testimonios de la vivienda rural de Fuenlabrada que sobreviven en relativo buen estado de conservación, así como los vestigios semiarruinados, se encuentra muy diseminados por el casco antiguo y durante las últimas décadas del siglo XX han estado sujetos obviamente a todo grado de agresiones, reutilizaciones y transformaciones urbanas. que han transmutado la imagen local de índole rural cercana a la metrópoli y, en cierto modo satélite de cercanas localidades como Getafe, Leganés o Móstoles, con las que mantiene cierta simbiosis.

Tal transición aldea-urbe, comunidad rural-ciudad con vocación decididamente urbana superadora de su inicial condición de ciudad dormitorio, no empece sino que alienta la búsqueda y hallazgo de la presencia o huella de sus arquitecturas rurales. Una radiografía imprecisa que nos remite a ciertos tipos básicos como germen de lo que fueran viviendas de carácter rural, almacenes agropecuarios y graneros como lugar de depósito de las cosechas. 

Pese al rápido crecimiento, las viviendas rurales fuenlabreñas suelen ser pequeñas, rústicas, pero sólidas construcciones, generalmente de dos plantas, con menor altura en el piso superior, que por su perfil abuhardillado bajo cubiertas a dos aguas, albergaba funciones de granero, pajar, almacén, etc; fachadas habitualmente encaladas, predominio de macizo sobre el vano, composición irregular y orgánica de sus trazas... La conexión con un patio o corral de usos lógicamente agropecuarios, a veces lateral, las menos trasero, justificaría la presencia muy reiterada de un gran hueco, portalón o zaguán de acceso al mismo. Los vanos de planta baja, correspondientes a locales básicamente estanciales y residenciales, suelen ofrecer un trazado más ordenado y regular, además de tener mayores dimensiones y no guardar relaciones armónicas con los huecos superiores. Frecuente recurso empleado casi siempre desde presupuestos de austeridad es el uso de los impostados (separación de dos plantas en una vivienda), recercados o aleros mínimos levemente salientes y con piezas cerámicas.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle Norte, 20

Ejemplo del recurso al impostado y al alero de ladrillo en secciones molduradas o acanaladas, e incluso con recuerdos de dentículos, pueden observarse en casos como las casas de la calle Constitución, 20 y calle de la Plaza, 26 (anteriormente mencionado). 

Todavía se conserva ejemplos de encalados, en algunos ámbitos como en la calle Loranca, que arrojan reductos de marcado carácter rural con evidentes ecos de los cercanos poblados manchegos.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de Loranca

Cuando el tipo evoluciona en sus anhelos de ser algo más en el escalafón residencial, y casi vivienda urbana, se empiezan a ver balconadas en planta primera, como por ejemplo el elegante impostado y el alero escalonado de la que es ya casi una vivienda urbana en la calle Mártires, 27 o el impotente casón, cubierto a cuatro aguas de la calle Mártires con Plaza del Dr. Fernández Ocaña. 

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de los Mártires, 27

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Casón de la Plaza del Dr. Fernández Ocaña
Como ya se ha indicado, son numerosos los pabellones o naves muy similares a los tipos rurales residenciales, pero más austeros y modestos y tradicionalmente utilizados como almacenes y graneros. Visto aquéllos que se integran de alguna manera en las viviendas rurales, bajo cámara o en patios o construcciones anexas adosadas a patios o corrales, otros tipos se instalan aislados respecto a la vivienda y son predominantente opacos, con un portón de acceso, a veces algunos pequeños huecos e incluso ciegos. Destaca el pabellón a dos aguas de los almacenes situados en la calle del Berro, 8, con un apilastrado encalado formado por ladrillos huecos y macizos y con muy intencionado resalte de alero de ladrillo cerámico en suave perfil escalonado y a modo de jamba, dintel o mínimo recuerdo de arquitrabe.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Almacén de la calle del Berro, 8

Caso singular también lo constituye la agrupación rural en que pudieron coexistir vivienda y almacén en la calle del Lobo, 12, con expresivo cuerpo interior cubierto en aparente bóveda corrida y semicilíndrica con armazón "a la catalana".

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Bóveda a la catalana en la calle del Lobo

A destacar asimismo las fachadas molduradas con resaltes, contrafuertes o apilastrados que rompen la "plenitud" del muro y lo toman expresivo y elocuente, como en la calle de la Paz, 50.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Calle de la Paz, 50

Respecto a la viviendas perdidas, destacó el pintoresco frontal de la casa de la calle de la Fuente, 10, revelador de las evidencias de los muros de cargas, que exhibían como a través de una gasa blanca, las huellas de las "tapias de media luna", de gran desarrollo así como el contrafuerte central del hastial sobre el leve resalte del muro terminad en sutil hilera de tejas curvas. Fue demolida en 2016.

(Pincha en la imagen para ampliarla) | Desaparecida casa de la calle de la Fuente, 10

Bibliografía:
»  VV.AA.: ''Arquitectura y Desarrollo Urbano. Tomo XI. Comunidad de Madrid''; Edita: Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Fundación Caja Madrid y Fundación COAM; ISBN: 84-451-2697-0; Depósito Legal: M-50.270-2004

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