Rofino de Yepes, postillón de Illescas, conducía la correspondencia con cuatro caballos con el correo. Sabas le acometió con el arma y le quitó el mejor caballo de los cuatro. Se dirigió a la cuadrilla de ladrones al que pertenecía.
El 24 de julio de ese mismo año, fue arrestado en las eras del lugar de Humanes, donde traba de robar otro caballo con la ayuda de una navaja grande con la cual llegó a amenazar al jinete. Sin el socorro de los vecinos de Humanes, su robo hubiese tenido éxito.
Tras un juicio, se declara a Sabas Alonso de ladron de caminos con armas e individuo de cuadrilla de ladrones. La junta criminal extraordinaria visitó el proceso, declarando comprehendido en el artículo III del real decreto de 19 de abril de 1810.
En su consecuencia, se ha excusado la sentencia el día 16 de octubre, haciendo colgar del cuello al ladrón de un letrero que anuncie al resto de vecinos los graves delitos de este malhechor.
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