Las informaciones más antiguas y reales de Fuenlabrada las conocemos doscientos años después de ser fundada, y las obtuvimos de un ambicioso proyecto realizado por iniciativa del rey Felipe II en el último tercio del siglo XVI.
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Aparte de lo mencionado anteriormente, el siglo XIV, va a ser muy nefasto para las pequeñas comunidades como la de Fuenlabrada debido a las numerosas crisis que suceden, tales como: crisis demográfica por los efectos de la peste negra; crisis económica por la subida de los precios; crisis monárquica por la fratricida lucha entre Pedro I y Enrique II; crisis de autoridad por el belicoso antagonismo de los grupos nobiliarios; y crisis religiosa provocada por el traslado de la sede pontificia a Avignon.
Además, gracias a estas relaciones histórico-geográficas se conoce también que el origen de la historia de Fuenlabrada viene de las repoblaciones que hacían los Reyes Castellanos cuando conquistaban los pueblos y ciudades en el siglo XII. De hecho, Fuenlabrada nace de la conquista de las aldeas Loranca y Fregacedos, que fueron repobladas con una decena de familias. Posteriormente, hacia el siglo XIV, tuvieron que desplazarse hasta lo que hoy se conoce como el casco viejo de Fuenlabrada, debido a la hostigación de aldeas vecinas que les robaban el ganado, el agua, e incluso los alimentos.
El nombre de Fuenlabrada, según las Relaciones Topográficas de Felipe II señalan que dos vecinos del pueblo llamados Pedro Montero y Juan Holgado, fueron elegidos al azar para responder al cuestionario referido para conocer las relaciones histórico-geográficas, y explicaron que el pueblo se denominaba Fuenlabrada porque cerca de él, había una antigua FUENte LABRADA a cal y canto, y que según ellos fue realizada por los moros y por esta causa el pueblo se llamaba así. He aquí el capítulo: “ al primer capítulo respondieron los dichos Pedro Montero e Juan Holgado -vecinos del pueblo escogidos para responder al cuestionario referido anteriormente- que este pueblo se dice Fuenlabrada, porque cerca de él, hay una fuente vieja, que esta labrada a cal y canto, e que es opinión que la hicieron los moros, e por esta causa se llama el pueblo así”. A dicha fuente de Fregacedos, acudían los primeros habitantes de la aldea a calmar su sed, situada en la actualidad en el barrio de Nuevo Versalles-Loranca.
El licenciado Martín Espinosa y corregidor de esta villa del Rey Felipe II, nos describe con su pluma otros aspectos peculiares de la historia de Fuenlabrada en la que destaca el disfrute del privilegio de los Reyes Católicos (en que mandan que no se puedan aposentar en este pueblo ninguna gente de armas, ni soldados, ni los puedan llevar a ninguna guerra ni ballestería, ni sacar del pueblo ninguna cosa contra la voluntad del pueblo, el cual se dio porque este pueblo a servido e sirve a la caballeriza de su Majestad ). Dichos privilegios estuvieron en vigor hasta el siglo XIX, a veces, entablando largos y costosos pleitos que finalmente reconocían sus derechos.
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